El objetivo principal de esta semana es que los alumnos definan y apliquen los conceptos de coherencia, cohesión y registros lingüísticos.

Aquí se detallan los contenidos específicos que se estudian en esta primera semana:

1. La Coherencia

La coherencia es la propiedad textual que garantiza la unidad de sentido del texto

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• Definición y Función: Consiste en presentar ideas en torno a una misma temática y estructurarlas de forma lógica

. Si un texto es coherente, el receptor puede encontrarle sentido y distinguir la organización de sus partes

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• Problemas de Coherencia: Un texto no es coherente si no tiene un tema claro, si los enunciados no están ordenados de forma lógica, o si se mezclan enunciados en registro formal con registro informal

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2. La Cohesión

La cohesión es la propiedad que asegura que los enunciados guarden relación entre sí dentro del interior del texto

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• Necesidad de Mecanismos: Dos enunciados pueden ser coherentes (tener sentido), pero pueden no ser cohonestados si no utilizan los mecanismos adecuados

. Para que un texto sea claro y bien cohesionado, debe conectar sus unidades mediante los recursos que ofrece la lengua (gramaticales y léxico-semánticos)

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Mecanismos de Cohesión Gramaticales

Estos recursos se utilizan para asegurar la relación sintáctica y referencial entre los enunciados

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1. Elipsis: Consiste en la supresión o omisión de un término que se sobreentiende en el contexto

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2. Deixis: Significa "mostrar o señalar" y ayuda a que las unidades del texto se relacionen

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    ◦ Deixis temporal y espacial: Señala el tiempo y el espacio mediante adverbios (aquí, allí), demostrativos (este, ese), y la flexión verbal (camina-ba, caminaré, marca tiempo)

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    ◦ Deixis personal: Se utiliza con pronombres personales (yo, tú, usted), pronombres posesivos (mío, tuyo), y los morfemas verbales que señalan al emisor (1ª persona) o al receptor (2ª persona)

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3. Paralelismo Sintáctico: Consiste en la repetición de la misma estructura sintáctica en diferentes partes del texto

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4. Anáfora y Catáfora: La anáfora remite a un elemento ya dicho, mientras que la catáfora anuncia una parte del discurso que vendrá después

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Mecanismos de Cohesión Léxico-Semánticos y Discursivos

Estos recursos se centran en el vocabulario y la conexión conceptual

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1. Repetición de palabras o grupos de palabras a lo largo del texto para facilitar la comprensión

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2. Repetición de significados: Se logra a través de sinónimos, expresiones equivalentes, o hipónimos (palabras incluidas en otras con un significado más específico)

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3. Uso de Proformas: Palabras que sustituyen a otras o cumplen la función de nombres y adverbios

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4. Conectores Discursivos: Palabras o grupos de palabras que relacionan conceptualmente una oración con otra

. Se clasifican por su modo (orden, comentario) o por su significado (causalidad, oposición, adición)

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3. Los Registros Lingüísticos

El conocimiento y aplicación de los registros son un requisito imprescindible para la coherencia

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• Registro Formal: Se emplea un estilo cuidado y elaborado, con una temática especializada y planificada

. Se caracteriza por la selección y riqueza del léxico, una sintaxis compleja y cohesionada, y un orden lógico. No suele incluir apelaciones al interlocutor

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• Registro Informal: Es un estilo coloquial y espontáneo, con una temática no especializada

. Se caracteriza por una variedad del léxico reducida, el uso de sintaxis simples (oraciones cortas o incompletas), alteración del orden lógico, redundancias y repeticiones, y apelaciones al interlocutor (vocativos, imperativos)

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Al final de la unidad, se espera que los alumnos puedan clasificar los recursos de cohesión textual, reconociendo si son mecanismos gramaticales o léxico-semánticos

Análisis del Fragmento del Cantar de Mio Cid: El Episodio del León (Ejercicios 27-32)

27.. El león desatado: 

El evento que desencadena el pánico y la alarma general en la corte del Cid, mientras este dormía, es la fuga de un león de su jaula. El juglar lo describe de forma directa y sucinta en el verso que da inicio a la acción, «escapóse de su jaula, desatándose un león». Este acontecimiento inesperado actúa como un catalizador dramático que pone a prueba, de manera inmediata y pública, el temple, el valor y el honor de todos los presentes, revelando su verdadera naturaleza.

28. La lealtad de la mesnada: 

La reacción de los leales caballeros del Cid es inmediata, valerosa y refleja su profundo sentido del deber y la fidelidad hacia su señor. Ante el peligro, los hombres del Campeador no dudan en formar una barrera humana para proteger a su líder dormido, tal y como describe el texto: «y rodean el escaño donde duerme su señor». Su primera prioridad es la seguridad del Cid, demostrando una cohesión y lealtad inquebrantables. El gesto de «embrazan sus mantos» es un acto instintivo de defensa que, según aclara la nota al pie, consiste en enrollar la prenda en el brazo para usarla como un escudo improvisado. El hecho de que recurran a esta técnica permite inferir que, con toda probabilidad, no tenían sus armas de guerra a mano, pues se encontraban en un momento de reposo cortesano. Esto resalta la rapidez e improvisación de su valerosa respuesta ante una amenaza súbita.

29. La cobardía de los infantes: 

En marcado contraste con la valentía de la mesnada del Cid, la reacción de los infantes de Carrión es de un pánico descontrolado y una cobardía humillante. El autor se detiene en describir las acciones de cada uno para subrayar su indignidad y su falta de correspondencia con el linaje que representan:

• Fernando González: Movido por un pavor absoluto, no encuentra mejor refugio que arrastrarse y esconderse bajo el mismo banco donde duerme su suegro, el Cid, pues «metióse bajo el escaño, tanto era su pavor».

• Diego González: Su hermano protagoniza una huida aún más patética. Corre hacia la puerta mientras grita desesperadamente «No volveré a ver Carrión», dando por perdida su tierra natal ante el miedo. Finalmente, se oculta en un lugar poco honorable, un lagar, un sitio destinado a prensar la uva: «Tras la viga de un lagar metióse con gran terror».

30. La mancha en el brial: 

La descripción de la vestimenta de Diego González al salir de su escondrijo es una de las muestras más sutiles y crueles de la humillación a la que el juglar somete a los infantes. El verso «de donde manto y brial todo sucio lo sacó» es un claro eufemismo que sugiere que el infante, en su terror extremo, perdió el control de sus esfínteres y se ensució a sí mismo. Este detalle, lejos de ser meramente escatológico, posee una profunda carga simbólica. En la sociedad medieval, la limpieza exterior estaba íntimamente ligada a la pureza y la valía interior. Al manchar sus ropas —el «manto» y el «brial», vestimenta de caballero—, Diego González exterioriza su vileza. Esta suciedad física se convierte en la manifestación visible de la «mancha en la honra», un tema central en el Cantar. Su falta de honor y control queda así expuesta, convirtiéndolo en objeto de burla y desprecio para toda la corte.

31. La serenidad del héroe: 

La actuación del Cid es el clímax del episodio y la máxima expresión de su estatus heroico. Al despertar, se levanta con total calma y autoridad. En lugar de mostrar miedo o buscar un arma, se dirige directamente hacia el león. La fiera, que había aterrorizado a todos, se somete por completo ante la presencia del héroe:

Cuando el león lo hubo visto, intimidado quedó, y frente al Cid la cabeza bajando, el hocico hincó.

El Cid, con un simple gesto, toma al león por el cuello y lo devuelve a su jaula, resolviendo la crisis sin violencia ni aspavientos. El detalle de que lleve «el manto colgado al cuello» es visualmente muy poderoso. Mientras sus hombres preparan sus mantos para la defensa ("embrazados"), el Cid lo lleva de una forma relajada y normal. Este gesto denota una total ausencia de miedo y una confianza absoluta en su propia autoridad, un dominio tan completo de la situación que no necesita prepararse para el combate. Su poder es tal que no solo somete a los hombres, sino también a las bestias, reforzando su imagen de héroe épico bendecido por la fortuna y el favor divino.

32. Los epítetos del héroe: 

En este fragmento, el juglar recurre a varias fórmulas para ensalzar la figura del Cid. Aparece uno de los epítetos épicos más característicos y recurrentes de la obra: «el que en buena hora nació». Esta fórmula subraya la idea de que el Cid es un hombre predestinado a la grandeza, nacido bajo un buen augurio que guía su destino. Sin embargo, el texto ofrece otra forma de enaltecimiento más directa y social. Cuando sus hombres le explican la causa del alboroto, se dirigen a él como «Señor honrado». A diferencia del epíteto formulaico, que alude a una fortuna casi mítica, este tratamiento refuerza su estatus social inmediato y el respeto ganado que comanda entre su mesnada. Finalmente, se le nombra también por su título más célebre, «el Campeador», que evoca su fama y su inigualable destreza en la batalla.